el imperio de la soledad.

Como quisiera ser mas vanal, mas estupidamente superficial, y que las cosas no me importen demasiado. Desearia ser menos culposo, y hasta mas arrogante, menos intenso, pero no me sale. Uno sufre por sentir, por amar, por ser pasional.

Quisiera gritar con todas mis fuerza, hasta que sangre mi voz, y en ella se evapore todo el veneno que uno contiene cuando te muerde la vida.

El dolor me llevo a construir un imperio en la soledad, se demasiado bien manejarme en ella, esa es mi tierra, mi pais, pero hoy quisiera que alguien me quite el trono.

No se si alguien puedo subsistir en lo que he construido. No se si yo puedo seguir viviendo en lo que he construido. Ya nadie puede verme, no dejo que nadie me vea realmente, porque decidi no abrirme mas, y esa fue la unica forma que encontre, reinar en la nada.

Me gustaria no ser dueño de una imaginación tan intensa, o desearia no poseer un poder de observación tan claro, punzante, que hasta puedo oler la pena ajena con solo verte a los ojos, o ver como entrelazas los dedos con fuerzas cuando me decis que estas bien.

Desearia que reventar una tarjeta en un shoping me haga feliz, o comprarme el ultimo auto, o vestir las mejor prenda, o ver al otro caer, perder, o sufrir….pero justamente es eso y muchas cosas mas que detesto, y ahí mi imperio gana terreno, se hace mas infinitamente grande.

Pero estos dias me perdi, caminando por ese terreno desolado me perdi, y ni siquiera me encuentro yo, y grite y no pude escucharme, tampoco hubo eco, hable a la gente que me quiere y no podia oirme, los tocaba y no me sentian, era un espectro entre todos ellos, el aire que respiro es mucho mas frio, y por primera vez en la vida temi enfrentarme a esa inmensa soledad.

Me aisle del mundo, me aisle por miedo a sufrir, porque no puedo soportar mas las puñaladas, porque cuando lo intente vi como la daga desgarraba mi carne, lo pude ver claramente y vi sangrar mi propia herida, y vi sangrar su herida, y vi sus ojos tristes, con demasiadas lagrimas, y senti un frio mortal, y retrocedias en camara lenta moviendo tu mano para saludarme, sin decir una sola palabra, y te corriste de la luz que me hacia verte y ahí todo enmudecio.

Es difícil olvidar lo que se ama, pero mucho mas difícil es olvidar lo que te lastimo, lo que abrio una herida, porque esas cicatrices van a quedar, y suelen ser visibles.

En fin, quise gritar y grite, grite muy fuerte, pero en ese imperio no habia nadie que pudiera escucharme…