domingo, 25 de septiembre de 2011

desde ahi....desde ese lugar.

No puedo callar mi cabeza, es como si dentro de ella hubiese un temible tornado, que esta arrasando todo por dentro, que no esta dejando nada sano, y que cada vez esta mas cerca de destrozarlo todo, de destrozar mi ser entero.
La unica forma de calmarlo es con medicacion.
Siento miedos, todo se esta derrumbando, no encuentro posición comoda, el silencio es extremadamente nocivo,
 Cuando llega la noche no quiero ir a la cama porque se siente muy vacia, fria, y me hundo en lo mas oscuro de los sueños, sueños que luego no recuerdo, pero que me hacen despertar integramente sudado.
Los sonidos del silencio me marean, porque son como un fantasma que me acosan, que entran por mis oidos como si fuesen un taladro, y siento ese dolor, y me pregunto unas mil veces, en que momento me converti en este monstruo, que deshizo la inocencia para convertirla en la peligrosidad de los excesos.
Quizas abuse de las drogas, del alcohol, de la soledad, o quizas no abuse de nada de estas cosas, quizas solo es la falta de confianza en mi mismo lo que hace que tenga mil conversaciones juntas, o es el miedo al fracaso que me paraliza y no puedo dar el primer paso hacia algo, y hace que todavía gatee, como los bebes, y cuando intento levantarme me caigo, porque a mis piernas les falta las fuerzas necesarias para andar. Porque solo no puedo, porque no quiero tampoco, porque, para que querer conquistar mis deseos si no puedo reirme con nadie, si no puedo abrazar al amor, para que querer ser el mejor si no hay nadie que me lo diga, para que desear el reconocimiento si ni yo me reconozco.
Yo solo necesito amor, contencion, necesito sentir que alguien me necesita como yo necesito de alguien, quiero que el amor que tengo dentro tenga un nombre, poder darle un nombre, y cuando lo diga ella responda, quiero ser feliz, eso es lo unico que quiero.
Pero a veces el mundo es malo, porque hizo de mi una bestia, y ahora quisiera no haber deseado ser lo que soy, porque logre todo lo que quise , y fue en vano, porque no me dio felicidad, y si me la dio, no la pude compartir con nadie.

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