jueves, 12 de abril de 2012

Un día cualquiera, podes seguir aprendiendo...

Hace unos días decidí tomarme una noche conmigo mismo, termine mi día largo,  salí a caminar, me meti en un bodegón muy viejo, con olor a historia, comí porciones de pizzas cocinadas por cocineros de barrio, mire un partido de fútbol sin gustarme el fútbol en una tv vieja, tome una cerveza, mire todos los rostros, algunos eran tristes, otros solitarios, otros sin rostros, otros dulces, otros viejos, otros desorientados, una mezcla conocida, aunque todos parecían felices dentro de una infelicidad.y jugué a ser como ellos. Entonces un mesero se me acerco a hablar, y me hablo, me hablo, de que me hablo?, si, me hablo de Dios, de su Dios, del prójimo, del respeto, de la humildad, del bien, de la tranquilidad, del amor, de la paz, de ser servicial, …y yo lo escuchaba y me lo imaginaba en la soledad de su hogar, bajo una luz tenue , con el sonido de una tv que le haga compañia. su rostro era el mas melancólico de todos, mezclado con bondad, podía ver en la mirada una soledad dolorosa, una falta de algo, falta de amigos, falta de una mujer, falta de algo. Era delgado, medio encorvado, con el pelo teñido tapando el paso de algún tiempo, o tapando penas, no lo se, manos grande y arrugadas, la comisura de los labios la tenia levemente hacia abajo, como si estuviera siempre a punto de pedir perdón y los ojos bien negros.
 Mientras me hablaba una mesa de muchos hombres al lado se les rio, el los miro, después me miro a mi, y con una muy, pero muy pequeña media sonrisa, levanto los hombros, retiro mi plato, agarro el dinero y se fue mirando el piso. Yo me arme un cigarro con filtro, camine, observe la cuidad de noche, y como la luz artificial modifica todo como si fuese una puesta de teatro, sentí el viento y   fui a mi casa, me duche, le di un beso a una boca dormida que con el contacto de mis labios sonrió y dijo "hola", me acosté, y leí un rato.
Ayer me lo volví a cruzar, en una calle cualquiera, el iba caminando con bolsas en la mano mirando  al piso, cuando paso por al lado mío, me vio y me dijo "chau", yo la verdad no pense que me recordaria , pero lo hizo, después El agacho nuevamente la cabeza y siguió marcha. No se porque me dio una extraña sensación de paz,  pensé en que El estaba mas alla de todos los parámetros que uno tiene en la cabeza, que su búsqueda de felicidad era mucho mas simple que la de la mayoría de las personas, incluyendo la mía , a  mi me dio esa sensación, y lo admire por eso, y la imagen que había formado en mi cabeza de su hogar, se modifico rotundamente. Asi funciona mi cerebro estúpido a veces.  
Hoy mientras desayuno en un bar, me acuerdo de el, de su charla, tampoco se porque, pero pienso en si se lo estará trasmitiendo a alguien mas, o si estará caminando por alguna calle, solitario, observando a las personas, o sentado en una plaza, o quizás esta en su hogar con una hermosa familia…la verdad, no lo se…pero así funciona mi cerebro estúpido a veces.