jueves, 20 de septiembre de 2012

confesion de un sueño...


Cuanto estamos dispuestos a arriesgar, a perder, a  ver mas alla de nuestras narices?, cuan dispuestos estamos?…
Ver la realidad de frente,  directo a los ojos, y desafiarla, no modificarla, sino aceptarla y desafiarla para demostrarle que para eso estamos, para demostrar que un cachetazo me va a ensañar a observar cuando viene el golpe, y a esquivarlo.
Cuan dispuesto estoy para darme cuenta que me estoy muriendo.
Cuan dispuesto estoy para aceptar que tengo pánicos, que sufro de pánicos. Que cada segundo puedo ser una muerte desagradable, que cada pensamiento es tenebroso, morboso, y a veces surreal. Que todos los días me pregunto si la vida es real, o pertenece a una sección de mi pánico, y cada droga me lo hace exponencial. al punto que el pánico a llegado a ganar pequeñas batallas y he caído rendido, en posición fetal, buscando algo, no se que, si algo que me duerma inmediata y profundamente por unos cuantos días, si un abrazo que me diga que solo es mi mente la que crea esos nefastos monstruos que me gritan fuerte al oído y que no me pasara nada, o  quizás busco estar ahí, solo, en medio de la nada, respirando pavor, verme desde afuera, porque eso hace el pánico, desdobla mi mente del cuerpo y puedo ver claramente cada muerte certera que me imagino.
He dormido con el dedo en el teléfono preparado para llamar a alguien, a quien sea, para avisar que me muero, y así alguien se entere, y sentir que en mi ultimo segundo no estoy solo.
He quedado parado inmóvil frente a la mirada de mi familia sin poder moverme, ni hablar, ni nada. He quedado inmóvil sin poder tomar un vuelo a algún lugar, quedar petrificado y con taquicardias y la sensación de poder escuchar cada dialogo que mantenían las miles de personas en ese aeropuerto.
Llevo prácticamente mas de 18 años viajando constantemente, y por lo tanto mi pánico empezó en la ruta. En ella morí mil veces, con los ojos bien abiertos. Cai de todos los aviones, y los pocos barcos que tome, se hundieron. Siento que morí mil veces, y sigo vivo, como un vampiro que vive dentro de una vida ya muerta.
Se que estoy por hacer las cosas mal, no juzguen mi error, es solo que teníamos ganas de vernos.
Hace frio y mucho tiempo que estoy parado pensando a ver que hago. Estoy por tomar algo, algo que me acerque a vos. y mientras tanto me estoy helando. Me estoy odiando. 
Que mierda estoy haciendo?, que alguien me frene , aunque sea un desconocido, que sepa leer mis ojos y me diga "la estar por cagar". Pero nadie hace nada, todos miran por la ventanilla y yo los miro a todos. No debería ir, pero no puedo volver atrás. y no es porque hoy va a estar mal la cosa, sino mañana.
Mañana voy a querer mas de tu olor, de tu risa, de tu calor, hoy no es el problema, va a ser mañana y todos los días venideros.
Tengo el pecho helado de frio, y de miedo. Porque mientras ella no tiene, yo tengo pánico de volver a caer. E intento recordar todas las porquerías que nos pasaron, pero lamentablemente ya las pude enterrar, y lo que no puede enterrar fueron las cosas maravillosas, y eso hace que te necesite. Porque no supe deshacerme de lo mejor, y así los recuerdos eran cosas nefastas, y entonces no estaría sentado en este colectivo en pleno invierno, y de madrugada yendo a encontrarnos. y estas a muchas horas de distancia, pero igual espero. La memoria debería ser mas torpe a veces.
El viaje no es lo que esperaba, y deseo matar a alguien. Quizas es el deseo de matarte a vos, y matarme yo, y que no me culpen por la  atrocidad, como no lo culparon a Romeo, sino todo lo contrario, que me digan que mate de amor, por amor, y todos hagan una sonrisa y un suspiro.

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