Hay una llama encendida, Chiquita, muy chiquita, pero indestructible, inapagable, inextinguible. Tiene el tamaño de una lagrima, que apoya la panza hinchada de recuerdos sobre la punta de una mecha quemada por historias, historias buenas, malas, diversas. Parece levitar, y mantiene un equilibrio perfecto, y cuando sopla un pequeño viento parece apagarse, pero ella resiste todo temporal….
Es la misma llama que ardio en Troya, es el fuego que hace historia, lo que significa que nunca podra extinguirse, aunque no se vea, siempre va a existir.
Nosotros creamos historia, una muy bella, inigualable, fogoza, envidiable, imperfecta y pasional, tanto en el amor como en el odio.
Construimos para luego desmoronarlo con guerras, queriendo demostrar quien era el poseedor de mayor poder, quien heria mas, solo queriamos lastimar, ganar terreno, gritar, matar. Y cada uno tenia su estrategia, a veces bien pensadas y otras craneandolas en el momento de la batalla.
Y un dia corrio sangre, mucha, y lagrimas, interminables como el mar. Me acuerdo muy bien la ultima vez que te vi a los ojos, senti morir, me sumergi en ellos y bucee observando todo lo que vieron ellos en estos años, y vi mas de lo que quizas necesitaba ver.
Hoy me di cuenta que al finalizar la batalla solo quedaron heridas, la mayoria demasiado grandes, demasiado profundas, indelebles, de esas que no terminan de cicatrizar nunca. De esas que toda tu vida te van a recordar que peleaste hasta que el aliento fue nulo, hasta que tirado en el piso, brotaba de los ojos toda la tristeza de perder, (porque nunca hay un ganador) de luchar con alguien que fue tu aliada durante años. No se puede borrar el pasado, tampoco olvidar, a veces se puede convivir con el, a veces no, y cuando no podes convivir con el y volves a ver esas heridas, se te frunce el ceño de melancolia, por recordar solo los buenos momentos de los que decantaron tanta violencia, y renace un amor volátil, del cual queres que solo vuelva a pasar tiempo, para dejar de pensar.
No se puede borrar el pasado, ni tampoco planificar un futuro (o por lo menos a mi no me interesa), pero se puede construir un hoy, con nuevos planes e identicas estrategias.
Ninguno fue el vencedor, nuestros ejercitos se rindieron, tras una dura, muy dura pelea. Hoy quiero tocar mis heridas y sentir que no raspan, que después de soportar toneladas de tristezas me reconstruyo mucho mas fuerte de lo que alguna vez fui o de lo que alguna vez pense que podria ser.
Mientras esa llama siga ardiendo, es porque voy a seguir hacia adelante, a veces ardera mas que otras, pero hay veces que hasta un pequeño chispazo puede ocasionar un feroz incendio.